Biomin® BioStabil
Biomin® BioStabil es una formulación de bacterias productoras de de ácido láctico estratégicamente seleccionadas para la óptima conservación de heno, silaje y forraje. Biomin® BioStabil conserva la energía en su silaje.
El forraje fresco y bien manejado es nutritivo, sabroso y rentable para los rumiantes. Lamentablemente, la disponibilidad y calidad del forraje fresco fluctúa, a veces excediendo la demanda y muchas veces sin alcanzarla.
Es por ese motivo que conservamos el forraje. Lo ideal es cosechar con la calidad adecuada y conservarla lo mejor posible para la alimentación cuando sea necesario.
Hay tres opciones de conservación de forraje principales disponibles:
Biomin® BioStabil es una formulación de bacterias productoras de de ácido láctico estratégicamente seleccionadas para la óptima conservación de heno, silaje y forraje. Biomin® BioStabil conserva la energía en su silaje.
Biomin® CleanGrain Plus es una mezcla única de ácidos orgánicos y sales diseñada para proteger contra el deterioro de los granos y subproductos causados por mohos, levaduras y bacterias.
Muchos factores importantes influyen en la calidad del silaje, incluyendo :
Aquí vemos las métricas para ayudarlo a producir henolaje y silaje de alta calidad.
Para lograr un silaje óptimo, el cultivo debe cortarse en el momento justo. Conviene dejar que el cultivo madure lo suficiente para que haya un alto rendimiento por hectárea y, en el caso del maíz y otros cereales, para que haya una buena disponibilidad de almidón en los granos.
En la pastura y otros cultivos que se cosecharán repetidamente, el corte demasiado temprano también limitará drásticamente el nuevo crecimiento de futuros cortes de ese campo. Hay una interrelación entre rendimiento y calidad del forraje. Si dejamos el cultivo demasiado tiempo, la calidad se reduce. Habrá menos contenido de hojas con menos carbohidratos y demasiado contenido de fibra que da lugar a un forraje y granos menos digeribles.
Un aspecto crucial del momento escogido es obtener el contenido correcto de humedad. El silaje con alto contenido de humedad pone en riesgo la lixiviación de los nutrientes, la descomposición de las levaduras, un aumento del nivel de bacterias no deseadas que consumen proteínas y la acumulación desagradable de ácido butírico y amoníaco. Por el contrario, la baja humedad, conlleva el riesgo de una fermentación lenta, un exceso de oxígeno que favorece el crecimiento de hongos productores de micotoxinas y la inestabilidad tras la apertura del silo.
Cultivo | Contenido sugerido de materia seca (%) |
---|---|
Pastos | 30 - 45 (con objetivo de 35-45) (debe estar en la etapa de espigazón) |
Maíz | 30 - 40 (con objetivo de 35-40 para silo, 33-37 para bolsas) (la línea de leche estará de 1/2 a 2/3 por debajo, pero el contenido de materia seca debe ser correcto) |
Alfalfa | 35 - 45 (entre brote y 1/10 floración) |
Grano de maíz con humedad alta |
Tabla 1. Contenido sugerido de materia seca para cultivos de pastura, maíz, alfalfa y granos de maíz
Entre más abajo se corta, mayor es el rendimiento de esa cosecha. Pero si el corte es demasiado bajo, la cantidad de contaminación del suelo aumentará el riesgo de la bacteria Clostridium y el desequilibrio de hierro para los animales que consumen el silaje.
Este es un tema particular en suelos irregulares, campos afectados por topos y cuando la salpicadura de la lluvia enloda las partes bajas del cultivo. A veces, los tallos más bajos tendrán hojas muertas o senescentes con calidad reducida y, posiblemente, más micotoxinas, por ejemplo, a partir de la putrefacción del tallo del maíz.
La longitud óptima de la partícula también es un factor de equilibrio entre la compactación del silaje, la digestión y la funcionalidad de la fibra en el tracto digestivo de los rumiantes. Una longitud de partícula más larga garantiza una “fibra eficaz” para el aumento de la actividad de masticación, el flujo de saliva, una buena “balsa” de sólidos en el rumen y la estabilización de la fermentación del rumen.
La falta de “fibra efectiva” con longitudes cortas de fibra disminuye la masticación y la actividad del rumen, lo cual aumenta la manifestación de acidosis del rumen. Si la longitud del picado es demasiado larga, el silaje será difícil de compactar, dejando más espacios de aire y aumentando el riesgo de desarrollo de moho y descomposición. Las partículas demasiado largas generan también una selección por parte de las de vacas y posiblemente una ingesta de materia seca (DMI) inferior.
Sugerencia: Recuerde evitar la contaminación del suelo.
Cultivo | Corte de la altura en cm |
---|---|
Maíz | 20 – 30 cm |
Pastos | al menos 5 cm |
Alfalfa | 6 – 10 cm |
Tabla 2. Alturas de corte de ensilaje recomendadas
Criba | Porcentaje (%) | |
---|---|---|
| Ensilaje de maíz | Ensilaje de pasturas |
Criba superior (19 mm) | 3 – 8 | 2 – 20 |
Criba del medio (8 mm) | 45 – 65 | 45 – 75 |
Criba inferior (4 mm) | 20 – 30 | 30 – 40 |
Caja inferior | <10 | <10 |
Tabla 3. Las longitudes óptimas de las partículas en diferentes forrajes según la medición con un separador de partículas
Referencia: Penn State Extension, 2017
Poco después de la cosecha, la posibilidad de descomposición del silaje es alto. El buen manejo del silaje busca mantener tanta energía y proteína como sea posible y minimizar las pérdidas de materia seca en el alimento conservado. Esto podría lograrse mediante el llenado rápido del silo y la compactación para reducir los niveles de microbios indeseables y no palatables o incluso productos tóxicos que esos microbios puedan producir.
La capacidad de lograr la compactación está afectada por el contenido de humedad, la madurez y la longitud de las partículas que se mencionan antes, pero también es una función del peso de la máquina que presiona sobre la pila del silaje.
La compactación reduce la cantidad de espacio de aire, y así se reduce el oxígeno que incentiva el crecimiento de muchos microbios no deseados, especialmente hongos. Con una buena compactación y una cubertura eficaz y rápida del silaje, la actividad microbiana agotará pronto el nivel de oxígeno en el silaje. Entonces, la fermentación anaeróbica, el objetivo de hacer silaje, tomará preponderancia. Sigue siendo importante garantizar que la cobertura permanezca intacta, por lo que es importante controlar de vez en cuando si hay daños o huecos hechos por animales o después de la toma de muestras, y repararlos rápidamente.
Sugerencia: Para obtener una buena compactación, debe alcanzarse una densidad de silaje de 700 – 800 kg de silaje/m3.
Obtener el mejor silaje es realmente una carrera contra el tiempo. Se apunta, idealmente, al nivel de humedad correcto en la cosecha. Si se requiere que la pastura se marchite para alcanzar la materia seca correcta, esto necesita completarse en algunas horas. Después de la compactación y la cobertura en su debido tiempo, el reloj sigue corriendo.
La fermentación favorable comenzará más rápido si el contenido de humedad es el correcto y si la disponibilidad de oxígeno se agota velozmente. Un buen inoculante de silaje es importante para esto y también para garantizar que buenos niveles de las bacterias deseadas puedan dominar desde el inicio.
Una acidificación rápida, impulsada por un crecimiento rápido, y bacterias productoras de ácido láctico harán que el ambiente de ensilado sea rápidamente menos conducente a todos los microorganismos no deseados.
El ácido láctico es uno de los ácidos que se encuentran en el silaje. Es una sustancia deseable, ya que, de todos los ácidos orgánicos presentes, es el más ácido. Eso significa que es el que mejor reduce el pH del silaje a un nivel bajo seguro para la conservación (y evita la pérdida de energía y proteínas). Las bacterias ácido lácticas que consumen azúcar producen el ácido láctico mediante un proceso relativamente eficiente en el que no se pierde una cantidad considerable de energía en el alimento.
También se pueden producir otros ácidos orgánicos, incluidos los ácidos grasos volátiles acético, propiónico y butírico. Estos, a su vez, pueden aportar energía a los animales que se alimentan del silaje, pero a pesar de que el ácido butírico es muy positivo cuando se produce en el rumen, es una característica negativa para el silaje.
Cuando hay un alto nivel de ácido butírico, el sabor del silaje se vuelve desagradable y pueden desarrollarse bacterias degradadoras de proteínas, incluidos los clostridios. Algunos clostridios suponen un riesgo para la salud del ganado y el silaje contaminado puede ser una fuente de esporas de Clostridium tyrobutyricum que afectan la calidad del queso (hinchan el queso).
El ácido acético a menudo es deseable, ya que brinda protección contra el desarrollo de hongos, tanto mohos productores de micotoxinas como levaduras contaminantes que desperdician energía. No obstante, el exceso de ácido acético puede implicar un desperdicio de energía y un pH del silaje no tan bajo como podría ser si se hubiera producido más ácido láctico.
Por eso, los inoculantes de silaje efectivos incluirán bacterias productoras de ácido láctico de rápido desarrollo (bacterias homofermentativas), así como bacterias que producen ácido láctico y también ácido acético (bacterias heterofermentativas) de manera equilibrada, para una mejor fermentación y una estabilidad aeróbica más prolongada.
Después de todo el esfuerzo de creación de un silaje de buena calidad, lo lógico es tener cuidado en la fase de extracción. Se debe minimizar la exposición al oxígeno. En la práctica, eso significa destapar el ensilado solo cuando es necesario, garantizar una tasa de alimentación lo suficientemente rápida a fin de suministrar el material expuesto antes de que puedan ingresar hongos y otros organismos de descomposición.
El frente debe manejarse correctamente para evitar residuos de silaje sueltos. El control del frente para verificar el calentamiento y garantizar la estabilidad aeróbica mediante el uso de un inoculante para silaje efectivo permite lograr una estabilidad aeróbica adecuada.
Si se observa desarrollo de moho, intente evitar el suministro del contenido a los animales, sobre todo a los más jóvenes o en etapa de lactancia. Muchos mohos de ensilaje producen micotoxinas conocidas por sus efectos perjudiciales en la productividad y salud de los animales.
A menudo se cree que las micotoxinas son un problema para el grano, pero el silaje también corre riesgo. De hecho, en el silaje debemos tener cuidado con las micotoxinas que se forman en el cultivo en el campo y también con aquellas producidas por los mohos que pueden invadir el silaje.
Las micotoxinas son producidas por una gran variedad de hongos. Algunos de estos hongos son enfermedades de las plantas, como los hongos Fusarium que causan la pudrición de la espiga de maíz y la fusariosis de la espiga de los cereales en general, y que son responsables de algunas de las principales micotoxinas de los granos, como el deoxinivalenol (DON), las fumonisinas (FUM) y la zearalenona (ZEN).
Esos mismos hongos pueden infectar más que solo los granos y con frecuencia producen micotoxinas en los tallos y las hojas del maíz, los pequeños cereales y las gramíneas. Otros hongos también contribuyen con la carga de micotoxinas de campo, como los endófitos (Neotyphodium) en los brotes de las gramíneas o los hongos Claviceps que infectan los granos de gramíneas y cereales, y que en ambos casos producen los ergotismos en las semillas, o los hongos Alternaria en el forraje.
Las micotoxinas producidas en el campo siguen siendo un riesgo cuando se elabora el silaje. Otro riesgo adicional son los mohos que pueden aparecer en el silaje y producir algunas de las micotoxinas conocidas, como la aflatoxina, así como una amplia variedad de otras toxinas menos conocidas. Un buen manejo del silaje, tal como un contenido correcto de material seco, una cobertura rápida, una adecuada compactación y un sellado hermético oportuno, es fundamental para reducir el riesgo de mohos. Un buen inoculante de silaje, el control prolijo del frente y el descarte de las partes del silaje con moho evidente también son importantes para evitar los riesgos.
A pesar del buen manejo del silaje, la carga y el riesgo de micotoxinas producidas en el campo, durante el ensilado o durante la fase de suministro pueden pasar inadvertidas. Para combatir las diferentes micotoxinas en los animales, se necesita un enfoque integral de la gestión del riesgo de micotoxinas.
Micelio blanco con coloración azul verdosa o verde al producir esporas
Se observa principalmente en el ensilaje de maíz, gramíneas y granos.
Micotoxinas y sus posibles efectos:
Toxina PR: irritación intestinal, aborto, fertilidad reducida, efectos degenerativos en el hígado y los riñones, carcinógena.
Patulina: supresión de la inmunidad, inhibición de la microbiota del rumen, menor fermentación del rumen, citotoxicidad.
Roquefortina C: neurotoxicidad débil, aborto, retención de placenta.
Ácido micofenólico: supresión de la respuesta inmunitaria, citotoxicidad leve (efectos negativos mejorados en las células intestinales ante la ocurrencia conjunta con la roquefortina C).
Micelio blanco con coloración amarillo-naranja a roja en etapa madura
Se observa principalmente en el ensilaje de maíz.
Micotoxinas y sus posibles efectos:
Monacolina: presunto efecto en la microbioma del rumen (digestión reducida de la fibra).
Citrinina: nefrotóxica, teratogénica, hepatotóxica, inmunosupresora (inhibidora de la proliferación de linfocitos).
Micelio blanco con coloración crema a gris azulado a marrón oscuro cuando produce esporas. Algunos tipos mantienen la coloración blanca.
Se observa principalmente en el ensilaje de maíz, gramíneas y granos.
Micotoxina y sus posibles efectos:
Gliotoxina: supresión de la respuesta inmunitaria, micosis pulmonar, aborto, mastitis.
Triptoquivalina: efectos antibacterianos que afectan la fermentación del rumen.
Tripacidina: implica un riesgo de micosis pulmonar para las personas. Evitar la inhalación de las esporas.
Micelio blanco con producción de esporas amarillo tiza a amarillo pálido a marrón.
Se observa principalmente en el ensilaje de maíz, gramíneas y granos.
Micotoxinas y sus posibles efectos:
Ocratoxinas: nefrotóxicas, carcinógenas, daño hepático leve, enteritis, efectos teratogénicos, conversión deficiente del alimento, menor tasa de crecimiento, modulación del sistema inmunitario.
Áreas deshidratadas, micelio blanco, la producción de esporas por lo general es amarilla/verde y se vuelve verde oscuro, pero puede ser blanca.
Se observa principalmente en el ensilaje de maíz.
Micotoxinas y sus posibles efectos:
Aflatoxinas: enfermedades hepáticas, efectos carcinógenos, hemorragias (tracto intestinal, riñones), menor tasa de crecimiento, disminución del rendimiento, supresión de la respuesta inmunitaria, transferencia a la leche (AFM1), menor producción de leche.
Ácido ciclopiazónico: efectos necróticos (hígado, tejido gastrointestinal, riñones, músculos esqueléticos), potencial carcinógeno (cambios patológicos en el bazo), neurotóxico, posible supresión de la respuesta inmunitaria.
Micelio blanco con coloración azul verdosa a gris oscuro al producir esporas.
Se observa principalmente en el silaje de maíz, gramíneas y granos.
Micotoxinas y sus posibles efectos:
Ocratoxinas: nefrotóxicas, carcinógenas, daño hepático leve, enteritis, efectos teratogénicos, conversión deficiente del alimento, menor tasa de crecimiento, modulación del sistema inmunitario.
Patulina: supresión de la inmunidad, inhibición de la microbiota del rumen, menor fermentación del rumen, citotoxicidad.
Citrinina: nefrotóxica, teratogénica, hepatotóxica, inmunosupresora (inhibidora de la proliferación de linfocitos).
Micelio blanco con potencial de coloración rosada o púrpura.
Se observa principalmente en el silaje de maíz, gramíneas y granos.
Micotoxinas y sus posibles efectos:
Tricotecenos (p.ej., deoxinivalenol y toxina T-2): trastornos digestivos, heces sanguinolentas, rechazo del alimento, menor aumento de peso, rumenitis hemorrágica, modulación del sistema inmunitario, aumento de las reacciones inflamatorias, mastitis, laminitis, menor producción de leche.
Zearalenona: efectos estrogénicos, edema de vulva, atrofia de ovarios, inflamación de la glándula mamaria, menor producción de leche, problemas reproductivos, menor tasa de concepción, testículos más pequeños, infertilidad, aborto.
Fumonisinas: daño hepático y renal, modulación del sistema inmunitario.
El henolaje puede producirse a partir de forrajes como gramíneas, pasturas comunes o legumbres, como alfalfa, que pueden cosecharse para el heno. Sin embargo, la cosecha y el marchitamiento apuntan a un contenido de humedad más alto que el del heno, entre un 40 % y un 60 %, pero más bajo que el contenido de humedad del silaje típico. Por lo general, el henolaje se realiza en fardos, por lo cual también se denomina “fardado”.
Para producir heno, hay que aprovechar los días de sol, y para que el heno tradicional funcione bien, es necesario contar con suficientes días de sol. El henolaje ofrece la flexibilidad de necesitar menos días para marchitarse. Otra ventaja excelente sobre el heno es la menor pérdida de material de hojas, menos fibra no digerible y un mayor contenido de energía disponible para los animales.
La ventaja del henolaje sobre el silaje es que no se necesita construir un silo y el suministro puede realizarse en fardos.
La cosecha para el henolaje requiere un contenido de humedad de entre el 40 % y el 60 %. El objetivo debe ser un nivel intermedio en ese intervalo alcanzado dentro de las 4 a 24 horas del marchitamiento. Si cosecha con un nivel de humedad demasiado bajo, la calidad y la disponibilidad de carbohidratos para la fermentación resultará afectada; el polvo de las hojas trituradas en la cosechadora le dará pruebas de ello.
El forraje más seco también implica un alto riesgo de sobrecalentamiento, deterioro y desarrollo de hongos, además de la tendencia a una menor cantidad de materia seca por fardo, lo cual incrementa el costo por kg de materia seca. Por otro lado, la cosecha con exceso de humedad supone un menor rendimiento del cultivo y aumenta el tiempo necesario para el aventamiento y marchitamiento.
Asegúrese de que el marchitamiento alcance el objetivo lo suficientemente rápido, ya que el riesgo de deterioro aumenta con el tiempo. Un inoculante de silaje efectivo aumentará la velocidad de fermentación y el pH se reducirá, lo cual protegerá el forraje ensilado contra los microbios no deseados.
A continuación, el forraje debe envolverse rápidamente. Mientras mayor sea la demora, mayor será el riesgo. Asegúrese de que la envoltura sea hermética y con capas suficientes. Se debe tener cuidado con el lugar donde se colocan los fardos, ya que algunos elementos, como los rastrojos, pueden perforar el plástico. Los orificios o desgarros causados por la obtención de muestras, plagas, etc. deben sellarse tan pronto como sea posible. El henolaje es menos resistente al deterioro que el silaje tradicional y depende de la presencia de condiciones herméticas para mantener la calidad.
Sistema Nacional de Monitoreo de Sanidad Animal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, 2002.
Sistema Nacional de Monitoreo de Sanidad Animal del sector lácteo del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, 2007.
Sistema Nacional de Monitoreo de Sanidad Animal del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, 2007.
Sheila M. McGuirk, DVM, PhD y Pamela Ruegg, DVM, MPVM. Universidad de Wisconsin-Madison
Biomin® BioStabil es una formulación de bacterias productoras de de ácido láctico estratégicamente seleccionadas para la óptima conservación de heno, silaje y forraje. Biomin® BioStabil conserva la energía en su silaje.
Biomin® CleanGrain Plus es una mezcla única de ácidos orgánicos y sales diseñada para proteger contra el deterioro de los granos y subproductos causados por mohos, levaduras y bacterias.