
By: DSM Pharma Solutions Editors
Covid-19 continues to pose an unprecedented global health risk to patients and healthcare systems, alike. The current crisis has challenged public health awareness and underscored the critical interplay between optimal nutrient intake and immune response. To be sure, this has accelerated consumer trends, whereby individuals have increasingly invested in improving their overall health and wellbeing.
DSM recently hosted a webinar exploring recent global trends in the consumer healthcare market. The event reflected on a number of relevant topics such as the quickly evolving science behind nutrient intake and immune response, while providing essential forward-looking insight into OTC innovation opportunities in a rapidly evolving landscape. The webinar featured renowned experts Nicholas Hall, Executive Chairman & Creative Solutions Director, Nicholas Hall Group of Companies and Dr. Manfred Eggersdorfer, Professor for Healthy Aging at the University Medical Center.
Según Nicholas Hall, el mercado de la atención médica del consumidor sigue teniendo un crecimiento constante, con una tasa de crecimiento anual de aproximadamente el 5 % entre 2015 y 2019. Aunque probablemente el crecimiento en los ingresos totales se ha mantenido estable en 2020, las tendencias en las subcategorías muestran otra cosa. Hasta la fecha, cinco de las diez categorías principales de crecimiento se relacionan con la prevención. Gran parte de este impresionante crecimiento se produjo en clases de productos establecidos; las categorías de ácido ascórbico (vitamina C) y calciferol (vitamina D) crecieron un 16.1 % y un 15.2 %, respectivamente, mientras que las soluciones inmunitarias de venta libre se han acelerado un 24.6 %. Quizás no sorprenda el hecho de que las marcas que tienen el crecimiento más significativo sean aquellas con mensajes simples, directos y con sólidos fundamentos científicos.
Si bien la crisis ocasionada por la COVID-19 representa una circunstancia trágica, las pandemias no son raras desde el punto de vista histórico. Mientras los líderes de la comunidad médica y la salud pública luchan con el presente y comienzan a mirar hacia el futuro, es importante evaluar cuidadosamente el impacto de las prácticas clínicas actuales en la función del sistema inmunitario y los resultados de salud general.
La salud inmunitaria puede verse afectada por mecanismos extrínsecos (es decir, métodos físicos/químicos de defensa, como la utilización de mascarillas faciales, el distanciamiento social, etc.), así como por mecanismos intrínsecos (es decir, respuestas inmunitarias innatas y adaptativas). La preponderancia de la evidencia sugiere que para lograr un sistema inmunitario equilibrado son necesarios múltiples micronutrientes, incluidas las vitaminas A, D, C, E, B6 y B12, folato, zinc, hierro, cobre y selenio, todos los cuales desempeñan un papel vital y, a menudo, sinérgico en varias etapas de la respuesta inmunitaria. Los mecanismos de impacto incluyen, entre otros, la activación, diferenciación y maduración de células relevantes para el sistema inmunitario. Por lo tanto, la ingesta adecuada de vitaminas y minerales es esencial para garantizar una estructura y función adecuadas del sistema inmunitario.1
El profesor Eggersdorfer ha apodado a la pandemia de COVID-19 una “pandemia de la vitamina D”. El calciferol ejerce sus efectos a través de diversos mecanismos; por ejemplo, afecta de manera beneficiosa la función celular, induce péptidos antimicrobianos, como la catelicidina humana, y mitiga la tormenta de citocinas (es decir, la respuesta inflamatoria sistemática), tan fácilmente descrita en formas graves y descompensadas de COVID-19.2 De hecho, en una cohorte reciente de 489 pacientes, cuyo nivel de calciferol se había medido el año anterior a la prueba de COVID-19, el riesgo relativo de obtener un resultado positivo en la prueba de COVID-19 fue aproximadamente 1.8 veces mayor para los pacientes con un estado de calciferol probablemente deficiente en comparación con los pacientes con un estado probablemente suficiente, una diferencia que fue estadísticamente significativa. En este estudio, se consideraba que los pacientes tenían deficiencia de vitamina D si sus niveles séricos de vitamina D más recientes, dentro del año previo a sus primeras pruebas de COVID-19, eran inferiores a 20 ng/ml para 25-hidroxicolecalciferol o inferiores a 18 pg/ml para 1,25-dihidroxicolecalciferol.3
Según Calder et al., la ingesta terapéutica de API (del inglés, active pharmaceutical ingredients [ingredientes farmacéuticos activos]) de vitaminas es un método seguro, eficaz y de bajo costo para ayudar a eliminar las carencias nutricionales y favorecer una función inmunitaria óptima. Generalmente, la ingesta debe cumplir los límites de la cantidad diaria recomendada establecidos por las autoridades expertas, como la Autoridad Europea para la Seguridad de los Alimentos y, en los Estados Unidos, la IOM (del inglés, International Organization for Migration [Organización Internacional para las Migraciones]). Sin embargo, también se debe tener en cuenta que, para proporcionar un apoyo nutricional óptimo para el sistema inmunitario, pueden ser necesarias ingestas superiores a la cantidad diaria recomendada, aunque dentro de los límites de seguridad superiores recomendados, en el caso de los micronutrientes, como el ácido ascórbico y el calciferol.4
Moving forward, consumers and healthcare providers will gravitate toward products that are easy to use and solve an unmet clinical need. Products associated with scientifically robust datasets will continue to increase in prominence and experience widespread commercial success; as such, organizations will need to invest in gold standard, randomized clinical trials in peer-reviewed journals to demonstrate therapeutic value and ultimately impact standards of care.
Future vitamin and mineral API-based therapies will become increasingly critical aspects of the clinical armamentarium. Topics of research interest include vitamin + mineral API combination effects and/or synergies, the impact of pre- and probiotics on improving and maintaining a healthy gut microbiota and the role of various vitamin API metabolites (e.g. 25-hydroxycholecalciferol) in future clinical treatment modalities.
Trabaje en alianza con DSM para acceder a nuestra amplia cartera de API, soluciones personalizadas y servicios expertos destinados a respaldar todo el ciclo de vida de su producto. Comuníquese con nosotros para conocer más.
21 enero 2021
4 min. de lectura
Stay up-to-date on the latest science, events and market trends
[1] A. Gombart et al. A Review of Micronutrients and the Immune System – Working in Harmony to Reduce the Risk of Infection. Nutrients 2020;12(236):1-41.
[2] W. Grant et al. Evidence that Vitamin D Supplementation Could Reduce Risk of Influenza and COVID-19 Infections and Deaths. Nutrients 2020;12(988):1-19.
[3] D. Meltzer et al. Association of Vitamin D Status and Other Clinical Characteristics with COVID-19 Test Results. JAMA Netw Open. 2020;3(9):e2019722.
[4] P. Calder et al. Optimal Nutritional Status for a Well-Functioning Immune System is an Important Factor to Protect against Viral Infections. Nutrients 2020;12(1181):1-10.
Solicite muestras, realice pedidos y vea la documentación del producto
Descargue la última copia de nuestro Catálogo de soluciones
Somos más que un aliado. Somos una ventaja competitiva.
Lo último en investigación de vitaminas y lípidos y desarrollos de la industria
Estudios académicos y las tendencias científicas más recientes en módulos educativos
Videos que exploran el rol creciente de los API de vitaminas