Respaldo a la salud humana: la riboflavina como nuevo candidato prebiótico

A medida que se hace cada vez más evidente que la microbiota intestinal desempeña un papel fundamental en el mantenimiento de la salud humana, se ha hecho más hincapié en la importancia de la dieta. Esto ha dado lugar a estudios sobre el potencial de los nuevos ingredientes alimentarios prebióticos, como los polifenoles, los minerales y las vitaminas, incluida la riboflavina, en particular.

Prebióticos: una larga historia  

La asociación entre la microbiota intestinal y la salud humana se propuso por primera vez hace más de 100 años. Desde entonces, se han realizado amplios estudios sobre la importancia de la dieta en la modulación de la composición de la microbiota intestinal. Introducido por primera vez en 1995, el concepto de prebiótico se define como “un ingrediente alimentario no digerible que afecta beneficiosamente al huésped al estimular, de manera selectiva, el crecimiento y/o la actividad de una bacteria o un número limitado de bacterias en el colon y, por lo tanto, mejora la salud del huésped”.

Sin embargo, existe un debate en curso sobre qué ingredientes alimentarios califican como “verdaderos” prebióticos, ya que solo un pequeño número de carbohidratos no digeribles cumplen los criterios. La investigación sobre los alimentos prebióticos también ha sido limitada en los últimos años a raíz de una decisión de los organismos reguladores europeos que no permite que el término “prebiótico” aparezca en los productos alimenticios porque su definición contiene una declaración de propiedades saludables inherente.  

Presentación de la riboflavina  

Además de los hidratos de carbono no digeribles , se ha comprobado que varias estructuras que no son hidratos de carbono, como los polifenoles, los minerales o las vitaminas, también tienen un efecto beneficioso sobre la modulación de la microbiota intestinal. La investigación se ha centrado en la riboflavina (vitamina B2) en particular, ya que es una vitamina soluble en agua que se absorbe fácilmente en el intestino delgado. La riboflavina se puede obtener a través de una dieta saludable, con una dosis diaria recomendada de 1,3 mg. Sin embargo, existen dudas de que la riboflavina dietética con esta concentración pueda llegar al colon. La absorción tiene lugar principalmente en el intestino delgado proximal a través de un proceso de transporte activo, mediado por un portador, saturable que, según se informó, es lineal hasta aproximadamente 30 mg de riboflavina en una comida. Por lo tanto, se puede suponer que la riboflavina tiene más probabilidades de alcanzar el colon cuando se toma en dosis altas.

Recientemente se ha realizado un estudio para determinar si una alta concentración de riboflavina puede limitar el crecimiento de Faecalibacterium prausnitzii, una de las bacterias más abundantes e importantes de la microbiota intestinal. Un pequeño grupo de voluntarios adultos recibió un suplemento de 100 mg de riboflavina durante 14 días. Los resultados mostraron que la cantidad de F. prausnitzii por gramo de heces aumentó durante el período en que se administró el suplemento, mientras que esa cantidad volvió a disminuir después de un período de reposo farmacológico de una semana. También se descubrió que hubo un aumento en otro grupo de anaerobios y una disminución de E. coli,  lo que indica una mejora de las condiciones anaerobias y el estado redox en el intestino.

Aunque la riboflavina no proporciona un sustrato directo para la fermentación microbiana, los resultados muestran que puede modular beneficiosamente la composición de la microbiota intestinal al ser metabolizada y cambiar el estado rédox gastrointestinal. Esta investigación está abriendo paso a un mayor papel de la intervención nutricional en el respaldo a la salud humana, en particular gracias a los efectos antiinflamatorios de F. prausnitzii. Dado que la IBD (del inglés, irritable bowel disease [enfermedad del intestino irritable]) y la enfermedad de Crohn se caracterizan por bajos niveles de F. prausnitzii, estos estudios sugieren que la riboflavina podría utilizarse como agente terapéutico o de respaldo para su tratamiento.  

Para obtener más información sobre el uso de micronutrientes en dosis más altas que van más allá de los efectos reconocidos actualmente para la salud, lea nuestro informe técnico “Micronutrientes en aplicaciones farmacéuticas”.