El desperdicio de alimentos es una epidemia mundial y tiene consecuencias sociales, económicas y medioambientales preocupantes. Un tercio, aproximadamente 1300 millones de toneladas, de todos los alimentos producidos para el consumo humano se desperdicia cada año, lo que equivale a 680 000 millones de dólares estadounidenses en países industrializados y 310 000 millones de dólares estadounidenses en países en vías de desarrollo.6,7 El Día de Detención de los Residuos Alimentarios, que tiene lugar el 29 de abril, tiene como objetivo llamar la atención sobre el problema de los residuos alimentarios y aumentar la concienciación sobre soluciones que pueden ayudar a abordar el problema, cambiando la forma en que se producen, compran, almacenan y consumen los alimentos.
Las estadísticas sobre el desperdicio de alimentos son asombrosas. Si el 25 % de los alimentos que se pierden o desperdician en la actualidad se salvan, sería suficiente para alimentar a 870 millones de personas hambrientas. Para 2050, se espera que el consumo mundial de alimentos crezca un 70 %.8 Con estas bocas adicionales para alimentarse, la sostenibilidad en toda la cadena de suministro mundial de alimentos es fundamental para garantizar dietas saludables y una nutrición adecuada para todos.
El deterioro es una de las principales causas de los desechos de alimentos y puede haber tres tipos principales de deterioro: físico, microbiano y químico. El deterioro físico puede incluir hematomas o la pérdida o ganancia de agua, el deterioro microbiano implica el daño de los alimentos a través de bacterias, moho o levadura y el deterioro químico, también llamado oxidación, se relaciona con la pérdida de hidrógeno, la pérdida de electrones y la ganancia de oxígeno. El proceso de oxidación cambia las propiedades sensoriales de los alimentos, afectando al sabor, el color y el olor. El deterioro de alimentos se agrava aún más porque un solo ingrediente estropeado, como el salami en una pizza, puede hacer que se deseche todo el producto.
Prolongar la vida útil es un paso importante para reducir el desperdicio de alimentos pero, con el paso hacia ingredientes más naturales, los consumidores buscan cada vez más alimentos sin conservantes químicos. DSM tiene una amplia cartera de antioxidantes y bioconservadores que ayudan a aumentar la vida útil de una manera natural y fácil para el consumidor.
El tocoferol (vitamina E), los tocoferoles mixtos (vitamina E natural) y el ácido ascórbico (vitamina C) son todos antioxidantes que reducen y ralentizan el deterioro químico de los alimentos, ayudando a aumentar la vida útil y a reducir los residuos de alimentos. Cada tipo de alimento requiere una cantidad personalizada y una combinación de ingredientes para reducir la oxidación. Al medir los antioxidantes presentes de forma natural en las materias primas utilizadas para fabricar productos alimenticios, DSM construye el sistema antioxidante en función de esas proporciones, y divide la cantidad necesaria para añadir, para garantizar una vida útil óptima. Este proceso ayuda a los productores de alimentos a ahorrar tiempo y dinero en la comercialización de los productos.
El desperdicio de alimentos también tiene consecuencias ambientales significativas. De hecho, si los residuos alimentarios fueran un país, sería el tercer país productor de emisiones de gases de efecto invernadero más grande del mundo.9 DSM trabaja activamente para reducir la huella medioambiental de sus actividades y ha reducido con éxito las emisiones de gases de efecto invernadero de sus operaciones. Este es especialmente el caso de la fabricación de tocoferol y ácido ascórbico, donde DSM ha logrado una reducción significativa de la huella de carbono, y proporciona a los clientes una solución que cumple con los objetivos de sostenibilidad respaldados por la ciencia y tiene la menor huella de carbono del mercado.
A escala global, el público y la industria pueden trabajar juntos. Los fabricantes de ingredientes y alimentos pueden colaborar para desarrollar productos atractivos y sostenibles que permanezcan frescos durante más tiempo, a la vez que aumentan la concienciación entre los consumidores sobre la importancia de reducir los residuos alimentarios para proteger los recursos naturales limitados del planeta y alimentar a una población mundial en crecimiento.
Reducir el desperdicio de alimentos es responsabilidad de todos. Hay cosas sencillas que todos podemos hacer, empezando en nuestras propias cocinas, para ayudar a reducir el desperdicio de alimentos. Nuestro folleto proporciona consejos prácticos que animan a considerar cuidadosamente cómo almacenar los alimentos de la mejor manera para evitar desperdicios y servir la cantidad correcta para evitar sobras que puedan desecharse.
El folleto también incluye una serie de recetas que utilizan los restos de alimentos en deliciosas comidas, lo que ayuda a reducir el desperdicio y nos permite a todos contribuir positivamente a un futuro más sostenible para la economía alimentaria mundial.
Las soluciones de origen natural y los servicios expertos de DSM nos convierten en el socio ideal para lograr una vida útil más larga de una manera efectiva y fácil para el consumidor. Póngase en contacto con nosotros para descubrir cómo podemos ayudar a su negocio.
29 April 2020
