El equipo de DSM en México tomó la decisión de resaltar la importancia de los alimentos enriquecidos y las consecuencias de la falta de enriquecimiento. Como parte de su enfoque, el equipo identificó los costos y aspectos de la información errónea en las etiquetas como los principales impulsores de la tendencia a la falta de enriquecimiento de alimentos. Además, nos dimos cuenta de que el público desconocía el valor agregado del enriquecimiento de alimentos. A través de plataformas digitales y redes sociales, descubrimos que, de hecho, el 91% de las madres mexicanas apoyaban el procesamiento de alimentos y el 74% buscaba alimentar a sus hijos con productos fortificados